Intimista, evocador, nostálgico y emotivo son los calificativos que le aplicaría a este libro de Ángeles Mastretta. Tiene el sabor de las cosas del pasado, de los recuerdos e instantes perdidos, de la familia...
Una especie de diario que gira en torno a un episodio familiar silenciado: la participación de su padre en Italia en la Segunda Guerra Mundial.
Muerte, amor, vida y sueños se funden entretejidos en estas páginas de las que la propia autora ha dicho que responden a una necesidad de contar la historia de su familia a modo de catarsis personal.
El título es consecuencia de la idea de que las cosas tienen emociones y las arrancan en los que las viven.
El sentido de la fugacidad de la vida, los encuentros, los adioses, los vaivenes del destino que todo lo mueve y lo cambia... son fundamentales también en el texto.
Seleccionaré una cita del texto que me ha encantado:
"A veces el ir y venir de las cosas y el destino serían mucho más arduos si nos faltara la compañía de los personajes que esta novela, por la que cruza nuestra vida, nos va regalando"