Realmente me ha impactado esta novela de Olivier Bourdeaut, que edita Salamandra. 

No me atraía el título y tardé en leerlo pero su originalidad, su frescura, su modo de estar narrado, su ternura... me han hecho pensar que es uno de los mejores libros que han caído últimamente en mis manos.

La excentricidad y la locura reinan en unas páginas cuyo contenido es difícil de sintetizar sin adelantar partes de la historia que es mejor ir descubriendo poco a poco mientras avanzamos en la lectura.

Los protagonistas son una familia compuesta por tres miembros: un niño (que cuenta parte de la historia bajo un punto de vista y ojos infantiles) y los padres, cuya relación es totalmente excéntrica, distinta, especial...

Una historia de amor a la vida, a la ausencia de convenciones y al no aburrimiento...

Me ha parecido una pequeña obra maestra que volveré a releer.